Es más fácil permanecer en el Gran Silencio cuando uno se rodea de personas que también saben favorecerlo en sus vidas. Ya sea que se trate de escuelas de sufismo, áshrams en India, conventos y monasterios del occidente, todos esos son lugares especialmente dedicados a la práctica del Gran Silencio.
Aunque soy solitario, no tengo ningún deseo de salir de la metrópolis. Me siento bien aquí y sé que las posibilidades de encontrar a los amigos de mi esencia están maximizadas ya que estoy en mi centro. Soy definitivamente una criatura de la ciudad.
La comunidad que he creado actualmente está formada por los individuos más inteligentes que existen. Pensé que el psicodelismo me permitiría fundar una comunidad con una base sólida, pero rápidamente comprendí que me era necesario un sistema filosófico más profundo. Alrededor de los treinta años descubrí el Jovialismo de André Moreau. Esta filosofía me impactó y posteriormente tuve una visión que me indicó volver a poner en marcha el Movimiento Jovialista, el cual estaba en reposo desde hace veinte años.
Desde hace mucho tiempo he tenido el deseo de fundar una comunidad de intención a la que pueda llamar mi familia. Siempre he tenido ese instinto de reagrupar gente alrededor de una pasión común, ya sea dibujar cómics, la música, el psicodelismo y ahora el Jovialismo. Mis ideas acerca de tal sujeto se precisan más y más. El Movimiento Jovialista es un OSFL (organismo sin fines de lucro). Yo amo lo que es concreto y vivo. Yo pongo todos los medios disponibles para inspirar a otros individuos a unirse a mí. Cuando uno está aislado uno se pone en peligro, se debilita.
El Gran Silencio es ininteligible para la mayoría. Eso no me afecta personalmente pero me desgasta ya que pierdo amigos a un ritmo agotador. Es penoso, ya que cada vez que comienzo a apreciar a una persona, ella desiste y vuelve a caer en una vida más normal y segura.
Yo me atrevo a creer que mis obras sabrán inspirar a los individuos para aproximarse a mí para compartir mis ideas y formar una comunidad sólida y viva, de filosofías dispuestas a todo para vivir en autarquía. Ciertamente, les será necesario abandonar lo superfluo para consagrarse totalmente en lo inútil, como por ejemplo la belleza y el placer.
Mi comunidad favorece la plenitud del ser en el centro mismo de la persona. Yo tengo todo para ser feliz, mas una cosa me hace mucha falta actualmente : MI TRIBU. Es el destino de vivir como una singularidad dentro de una cultura capitalista, lo que ahoga a la individualidad dentro de una masa demasiado vasta como para poder apreciar al individuo. Hay que seguir la moda y la tecnología sino uno está perdido, uno es juzgado, uno es desterrado. El individualismo comunitario permite justamente a cada uno de sentirse un individuo dentro de un grupo que lo considera como tal, en lugar de banalizarlo al transformarle en un número. Yo no quiero renunciar a mi individualidad por una apariencia de seguridad.
Es necesaria una gran inteligencia para escapar de la ley general y aquello requiere que uno sea astuto, fuerte y libre. Yo me esmero en serlo sin compromisos.
Extracto de El Gran Silencio