Nicolas Lehoux vive en Montréal (Québec, Canada). Artista y escritor inspirado; su obra es la expresión flexible y constante de la felicidad y de la belleza. Él ha tocado muchas formas de arte, incluyendo cómics, pintura, música y actualmente está trabajando en la escritura. Ha publicado varios libros en francés y su creciente popularidad lo llevó a traducir tres de sus grandes obras en español.
En algún momento me di cuenta de que perdía una parte de mi vida, incluso cuando anotaba todos mis sueños, ya que no sabía qué hacer con ellos. Entonces, leí con atención la obra de C. G. Jung. Desde ese momento aprendí a interpretar ciertos símbolos sin aún llegar realmente a servirme de ellos activamente y a comprender el mensaje.
La palabra psicodélico viene de las raíces griegas pysche y delos, y significa ver la psique. En ese sentido, los sueños son psicodélicos ya que uno ve su propia psique, que se comunica con nosotros de forma holográfica y multisensorial. Mas el estado de ser relacionado a una experiencia psicodélica, aquel del sueño y del trance provocado por la violencia creadora que reside en mí, son todos similares.
Me contento con desear con todas mis fuerzas, de hacer lo que tengo que hacer y de ese modo atraer hacia mí el objeto de mi deseo. Yo soy el raudal de los eventos que mi ser ya ha escogido para mí.
Yo bendigo todo lo que me rodea y visualizo las vibraciones ultrapotentes que salen de mi Ser. Soy una supernova, estallo y salpico de luz a todo a mi alrededor.
Yo soy el Observador, veo la realidad, de forma impasible, y sin embargo, estoy completamente implicado en ello. Yo no soy ingenuo, el sufrimiento no es necesario, solamente es el efecto; mientras mucha gente se alborota tratando de suprimirlo, muy pocos van hacia la causa al buscar en la fuente. La fuente es el Ser, la Felicidad Absoluta. Pero, ¿qué es lo que nos desvió del estado más fundamental y más fácil de maniobrar?
Un cambio profundo se realiza en mí, a penas me reconozco a mí mismo, mi vibración es diferente, estoy transfigurado, transmutado.
Actualmente, en Montreal, estoy en el lugar adecuado en el momento adecuado; aquí me encuentro seguro. Algunos tienen la impresión de no haber nacido en la época correcta.
Un ser solo obtiene lo que se le parece, por eso yo escojo a quien me quiero parecer. Yo he sido meticuloso en leer la biografía de los grandes genios y sabios con el fin de delimitar bien cómo vivieron.
La cultura occidental demoniza al ego a tal punto que alguien que está enamorado de sí mismo pasa por un egoísta; para trascender el ego primero es necesario tener uno totalmente sano.
El ser inmaterialista no es para nada permanecer en reposo en una sociedad materialista. Yo me apego a las cosas intangibles como a la felicidad, al amor, al arte y a los vastos espacios interiores que, de acuerdo a mi perspectiva, son lo más verdadero en este mundo.