Aunque no siendo parte de los pilares principales de mi pensamiento, los Agentes de Inteligencia mencionados a continuación también tienen, a su manera, una importancia considerable en su desarrollo.
John Lilly
John C. Lilly (1915-2001) fue un médico, psicoterapeuta y escritor de la costa oeste de Estados Unidos. Fue muy conocido por ser un pionero en el estudio de la conciencia con sus propias invenciones: el tanque de aislamiento, la comunicación con los delfines y las drogas psicodélicas. Fue un miembro importante de la contracultura californiana al final de la década de los sesenta y al comienzo de los años setenta.
John Lilly me ayudó a comprender mis vastos mundos interiores y a explorarlos con inteligencia y disciplina. Me siento profundamente marcado por su personalidad pragmática y obsesiva. Me gustaría, al igual que él, trabajar algún día con la ketamina en el tanque de aislamiento. Gracias a su inteligencia vivaz y temeridad, Lilly ha empujado sus investigaciones a un nivel aún inigualable. Él se ha inmerso valientemente en sí mismo y ha logrado aportar una sabiduría y un conocimiento prácticos de los niveles sutiles de conciencia, accesibles para todos.
Sus contactos con ECCO (Earth Coincidence Control Office) me han familiarizado con experiencias personales similares, que hubieran podido aterrorizarme si no habrían sido convertidas en algo familiar, por Lilly. Algunos se burlan de mí cuando hablo acerca de los extraterrestres y de las voces que escucho y, creen que soy un lunático o que me burlo de ellos. Es sano el tener este tipo de experiencias cuando uno experimenta con su conciencia. “Cuando uno libera al ego de los intercambios y de las transacciones exteriores, dice Lilly, el ego (o Yo, o la personalidad) tiene nuevas fuentes de información que vienen del interior”.
Las investigaciones de Lilly acerca de los delfines demuestran que en este planeta ya viven seres de una inteligencia superior a la de los humanos. Antes de tratar de contactarnos con civilizaciones extraterrestres deberíamos prestar atención a los mamíferos que poseen una inteligencia igual o superior a la nuestra, como las ballenas, los delfines y los elefantes. Ellos poseen un cerebro más grande que el nuestro, además de un lenguaje y una cultura propios. Los seres humanos, quienes saturan al planeta con sus ultrasonidos, no son conscientes que de esa manera perturban la vida de esos mamíferos que se sirven de esas frecuencias para comunicarse entre ellos.
Carlos Castaneda
Carlos Castaneda (1925-1998) fue un antropólogo de origen peruano, conocido por sus obras que relatan sus supuestas experiencias que provienen de la enseñanza de un mentor indígena Yaqui; Don Juan Matus. En 1960, Castaneda era un estudiante de antropología de la universidad de California en los Ángeles cuando conoció a Don Juan Matus, un indígena que se identifica a sí mismo como un Yaqui y del cual, Castaneda se vuelve su estudiante o discípulo. El conjunto de su obra se deriva de las vivencias y de las enseñanzas que provienen de este encuentro del cual su veracidad ha sido siempre cuestionada.
Las enseñanzas de Don Juan (The Teachings of Don Juan) fue para mí una revelación de una violencia inaudita. Yo no me imaginaba que era posible realizar experiencias tan fuetes con psicodélicos, ni hasta qué punto un chamán poseía los conocimientos que dan lugar a realidades paralelas. Después de leer ese libro yo solo tenía una idea en mente: probar peyote y experimentar la realidad aparte. Yo descubrí que podía comprar legalmente San Pedro (un pariente del peyote) en Montreal. Aún no había tenido mis primeras experiencias místicas, tenía sed de absoluto y no podía continuar estando acorralado en la racionalidad. Seguidamente, leí la mayoría de sus libros, estupefacto, debido a que nunca había oído hablar de los brujos yaquis y de su forma de vida.
Castaneda es un narrador genial que supo hacerme comprender cómo vivir cual guerrero; siempre alerta, el guerrero Ve en lugar de mirar. Está atento al menor detalle: la dirección del viento, el ave que pasa, los aliados que se aproximan. El guerrero es solitario y valiente, no teme a la muerte y domina el arte de soñar. Es nagual, conoce su animal de poder y sabe utilizarlo cuando es necesario. El guerrero vive en el presente ya que ha borrado su pasado y ya no se preocupa de su futuro.
Terence McKenna
Terence McKenna (1946 – 2000) fue un escritor y filósofo estadounidense conocido por sus estudios acerca de diferentes sujetos que van desde el Manuscrito de Voynich, pasando por los orígenes de la especie humana, hasta la teoría de la Novedad; la cual postula que el tiempo es una ola fractal de novedad creciente que culminará en 2012. Su concepto surge como una mezcla de la hipótesis de Gaia, de sustancias químicas alucinógenas, y de chamanismo.
Terence McKenna llegó a mí un poco después. Yo no me había interesado mucho en él hasta el día en el que un joven estudiante de filosofía, de una viva inteligencia, comenzó a frecuentar mi grupo de discusión. Siendo un fan empedernido de McKenna, él escuchaba sus conferencias con los audífonos puestos, mientras dormía. En esa época yo era un ferviente seguidor de Leary y aquello daba lugar a intercambios enriquecedores. Leary el psicólogo y McKenna el antropólogo, formaban dos escuelas de pensamiento bastante diferentes. Sin embargo, yo me dejé tentar por la obra de McKenna y no me arrepiento en lo más mínimo. Su universo es rico y sus ideas hacen referencia a sujetos que igualmente me apasionan: el 2012, el calendario maya, el lazo íntimo que las sociedades indígenas tienen con los psicodélicos, el manjar de los dioses y su uso sacramental.
McKenna demuestra que es relativamente fácil cultivar hongos mágicos, incluso en la ciudad, y que tales setas nos dan acceso a una red universal de conciencia que es la parte viviente y sutil del hongo y que tiene su contraparte física con el micelio, la parte vegetativa de los champiñones. El micelio está compuesto de un conjunto de filamentos más o menos ramificados, llamados hifas, que se pueden encontrar en el suelo o en el sustrato de cultivos. “Cuando miramos al interior de nosotros mismos mientras nos encontramos bajo el efecto de la psilocibina, escribe McKenna, descubrimos que no es necesario mirar hacia el exterior, hacia la fútil promesa de la vida que circula bajo estrellas lejanas, para calmar nuestra soledad cósmica. Deberíamos ver al interior; el camino del corazón lleva a universos muy cercanos a nosotros, llenos de vida y de afección por la humanidad”.
McKenna habla con frecuencia sobre las máquinas elfas, las cuales son entidades que ciertas personas pretender poder encontrar durante experiencias psicodélicas, especialmente con el DMT. McKenna es un narrador profético y carismático, nos lleva placenteramente hacia los raros mundos que él exploró. Cuando pienso en McKenna aquello me evoca una mezcla de jungla, de extraterrestres, de hongos, de DMT, de la espiral del tiempo que se reabsorbe en 2012 y de etnobotánica.
Alexander y Ann Shulgin
Alexander “Sasha” Shulgin, nacido en 1925, es un químico y farmacólogo estadounidense. Es célebre por la creación de nuevas sustancias químicas psicoactivas. Su esposa, Ann Shulgin (nacida en 1931), es una autora y terapeuta, y ha trabajado con psicodélicos como el MDMA y el 2C-B en un contexto terapéutico, durante la época en la que tales sustancias eran aún legales. En sus ensayos, ella pone énfasis en el potencial de una perspectiva psicoanalítica junguiana, así como también en su utilización combinada con la hipnoterapia. Ella ha realizado varias conferencias en convenciones y ha continuado a defender la causa de la utilización de psicodélicos en un contexto terapéutico. Alexander y Ann son los autores de los libros PiHKAL: A Chemical Love Store (Phenethylamines I Have Known And Loved) y TiHKAL (Tryptamines I Have Known And Loved).
El universo secreto de Alexander Shulgin se desarrolla en el mítico laboratorio en donde inventó más de 200 psicodélicos y redescubrió el MDMA. Fue uno de los únicos en operar un laboratorio legalmente dedicado al estudio de psicodélicos desde el inicio de los años setenta. En sus obras evoca su pasión por la química y acerca de cómo creaba nuevas moléculas psicodélicas a través de pruebas y errores. En un principio, él era quien se sometía a los ensayos para probarlos y después los experimentaba con un grupo de íntimos con quien compartía secretamente los resultados de sus investigaciones.
Sin embargo, yo prefiero las referencias acerca de las sesiones de terapias psicodélicas de Ann en lugar de las descripciones ultratécnicas de Alexander. Ella posee una increíble vivacidad de espíritu, su experiencia personal con el MDMA es rica y lleva hacia aplicaciones prácticas que me han sido útiles durante mis propias experimentaciones. Ella menciona entre otros que: “El crecimiento de la psiquis humana tiene su propio calendario, y tomará importantes iniciativas a su propia manera y en su debido tiempo. El terapeuta está allí para ayudar en el desarrollo del proceso, para entregarse a sí mismo, con alma, corazón y perspicacia, para guiar y apoyar el duro trabajo que su cliente tiene que realizar. El terapeuta debe recordar que la psiquis de su cliente contiene una parte que es autocuradora, y que es un componente de lo que se podría llamar, por falta de un mejor término, el “yo superior” (higher self). Yo prefiero llamarlo el “vigilante” (overseer). El terapeuta debería informar al paciente sobre la existencia de este sanador interior, porque al actuar de ese modo, le ayuda a activarlo”.
Alexander y Ann continuaron con sus experimentaciones con un grupo selecto de amigos, mientras que todos los otros científicos se vieron obligados a cerrar sus laboratorios después de la violenta prohibición que ocurrió al final de a década de los sesenta. Les fue necesaria mucha inteligencia, astucia y temeridad para poner a prueba las creaciones de Alexander. Sin embargo, al ser metódico y pragmático, él siempre supo mantenerse en regla y burlar la vigilancia de los inspectores. Únicamente, al estar ya muy viejos para este tipo de experimentos, ambos publicaron sus libros que rápidamente se volvieron clásicos… y les han atraído un sinnúmero de autoridades.
Un gran número de moléculas psicodélicas hacen pensar en las infinitas aplicaciones que tendrán lugar, una vez que estén accesibles para quienes saben cómo servirse de ellas. Por medio de su obra, Alexander se pregunta: “… ¿cómo es posible que los dirigentes de nuestra sociedad pretendan tener permiso para eliminar, justamente este medio tan importante de aprender y autodescubrirse, este medio que ha sido utilizado, respetado y honrado desde hace miles de años, en todas las culturas de las cuales se tiene documentación?”.
Alex Grey
Alex Grey, nacido en 1953 es un artista estadounidense especializado en el arte espiritual y psicodélico (o arte visionario). Grey practica el Vajrayana, una forma de budismo, llamado también budismo tántrico. Su obra cubre una gran variedad de formas de arte que incluyen: actuación, montaje, escultura, arte visionario y pintura. Es un miembro del Integral Institute. Él y su esposa son los cofundandores de la Capilla de Espejos Sagrados (Chapel of Sacred Mirrors), una institución sin fines de lucro que apoya la cultura visionaria en Nueva York.
Junto con Salvador Dalí, Grey es quien se asemeja más a mi trabajo artístico. Su obra es una grande fuente de inspiración. Por medio de la utilización sabia e inteligente de psicodélicos, él ha logrado manifestar una belleza sutil en el plan físico y volver sus visiones benéficas para la comunidad. Él me ha inspirado la idea de la devoción por el arte, la impresión que la creación es un acto sagrado. Gracias a él he podido comprender que el arte es mi práctica espiritual más eficaz, una forma de meditación que me es propia.
En una ocasión de desesperanza, debido a un dolor sutil intolerable, Alex vino a mí en un sueño y me indicó cómo salir de aquella dificultad. Me sugirió jugar con delfines, sanadores naturales, y de regresar a una práctica de base que incluía la meditación, la respiración profunda y el ejercicio físico. El día anterior, sin ya más poder seguir y sin encontrar a nadie quien pudiera ayudarme, yo había lanzado un llamado de ayuda al mundo invisible y es Alex Grey quien lo había escuchado (sin que yo lo haya visto físicamente). Un lazo sutil nos une de esa forma debido a la proximidad de nuestra vocación de ser artistas visionarios.
Stanislav Grof
Stanislav Grof, nacido en 1931, es uno de los fundadores en el ámbito de la psicología transpersonal y un investigador pionero en el uso de estados alterados de conciencia con el objeto de analizar, curar y lograr un enriquecimiento y una mejor comprensión de la psiquis humana. De 1956 a 1967 realizó investigaciones sobre las drogas psicodélicas, sobretodo el LSD, el cual lo probó en 3.000 sujetos y, posteriormente a la prohibición de psicodélicos él inventó la respiración holotrópica, que permite alcanzar estados alterados de conciencia similares a aquellos conseguidos con los psicodélicos.
Yo aprecio la extensión y la profundidad de sus conocimientos acerca de los efectos de los psicodélicos en la psiquis. Gracias a su experiencia práctica, él ha sabido trazar un mapa preciso de los estados accesibles durante una experiencia psicodélica. Aquello me ha ayudado a integrar y comprender mis propias experiencias que salían fuera del marco generalmente aceptado por la psicología moderna. Sin importar la intensidad de mis experiencias, yo logro yuxtaponerlas con aquellas descritas en los libros de Grof.
Extracto de El Maestro Psicodelico